Marruecos tiene una especie de aura, creada principalmente por los grandes destinos turísticos de Marrakech, Casablanca, Fez y Rabat.

¿Dónde está?

Marruecos se encuentra en la costa noroeste de África, justo al otro lado del mar desde el extremo sur de España. Esto significa que es fácil para la mayoría de los europeos llegar en avión e incluso por carretera o tren. Su proximidad, mezclada con su estilo y cultura únicos, lo convierten en un destino cada vez más popular.

¿Dónde puedo alojarme?

En Marruecos hay un gran número de pequeños y exquisitos hoteles boutique. Parece que el estilo boutique y la atención al detalle lo envuelven todo, lo que hace difícil al viajero elegir en qué hotel único alojarse. Está el Dar Zemora, en Marrakech, que sólo cuenta con cinco habitaciones, pero cuya decoración, mobiliario y servicio garantizan lo mejor de ambos mundos: un lugar perfecto para alojarse, con las numerosas atracciones de Marrakech a la vuelta de la esquina. También puede alojarse en la Kasbah du Toubkal, en las montañas del Atlas, que supuestamente tiene las mejores vistas del norte de África, y donde su estancia se ve reforzada por el ambiente informal del hotel y los servicios ofrecidos. Rodeado de la apacible belleza del paisaje, es un lugar que ha inspirado a cualquiera que se haya alojado allí. Tanto si desea alojarse en el bullicio de Marrakech, en las playas de Essaouira o en el corazón de las montañas, hay un hotel perfecto esperándole.

¿Qué puedo ver?

Independientemente del lugar donde se aloje, debe hacer un esfuerzo por visitar Marrakech. La confluencia de civilizaciones, conquistadores y artesanos hace de ella una ciudad verdaderamente ecléctica, pero unida por la belleza de sus edificios, la sencillez de sus oficios y el asombro de sus visitantes. Sus zocos, o mercados, organizados por oficios, son una visión fascinante de la vida de los habitantes de Marrakech y una experiencia que no debe perderse. Pase un rato en la plaza Djemma El Fna, la plaza principal de la ciudad, donde los espectáculos regulares mantienen entretenida a la multitud, y luego pasee por las calles del casco antiguo, contemplando los magníficos edificios medievales y los románticos jardines. El resto de Marruecos tiene sus propios encantos: los edificios encalados de la sencilla localidad costera de Essaouira, los edificios regios de Rabat o la ciudad mercado de Tata, en el Sáhara; encontrará muchas razones para volver a Marruecos.

¿Cómo me muevo?

Puede alquilar un coche en Marruecos, ya que conducir es bastante fácil y le permitirá explorar más los alrededores del destino elegido. La gasolina puede ser cara, por lo que puede ser conveniente alquilar un coche para un día o dos en lugar de para toda la estancia. Marruecos cuenta con un sistema de taxis compartidos, que resulta bastante económico y fácil de utilizar. Otra opción es la red de autobuses, que suele ser cómoda y, aunque puede llegar a su destino más tarde que un taxi compartido, será un viaje más suave y seguro. Si viaja entre ciudades, elija los trenes, que también son cómodos y asequibles.