La Mezquita Hassan II es la mayor mezquita de Marruecos y una de las mayores del mundo. Está situada en Casablanca, en la costa, y es conocida por su bella arquitectura y su ubicación, que permite contemplar el océano desde el minarete.

La mezquita se construyó entre 1987 y 1993 y lleva el nombre del rey Hassan II, que supervisó su construcción. Fue diseñada por Michel Pinseau, un arquitecto francés, y es una mezcla de estilos marroquí y europeo. La mezquita está construida sobre una plataforma que se extiende hacia el océano y está rodeada por un gran patio.

En su interior, la mezquita tiene capacidad para 25.000 fieles y está adornada con intrincados mosaicos, columnas de mármol y madera tallada. La sala de oración principal está coronada por un techo de cristal que permite la entrada de luz natural. El minarete, de 210 metros de altura, es el más alto del mundo y es visible desde muchos puntos de la ciudad.

La Mezquita Hassan II es un popular destino turístico y está abierta a los visitantes. Se pueden hacer visitas guiadas a la mezquita y asistir a las oraciones de los viernes.

Las mezquitas son lugares de culto para los musulmanes y una parte importante de la cultura marroquí. Las mezquitas están repartidas por todo Marruecos y varían en tamaño y estilo.

En Marruecos, las mezquitas suelen distinguirse por sus minaretes, torres altas y esbeltas que se utilizan para llamar a los musulmanes a la oración. Los minaretes suelen estar adornados con intrincadas tallas y motivos, y son un elemento destacado del paisaje marroquí.

En el interior de una mezquita marroquí, los visitantes encontrarán una gran sala de oración abierta, adornada con intrincados mosaicos, columnas de mármol y madera tallada. La sala de oración principal suele estar coronada por una gran cúpula que permite la entrada de luz natural. Las mezquitas también pueden tener salas de oración más pequeñas y zonas de lectura y estudio.

Las mezquitas son importantes centros comunitarios en Marruecos y suelen utilizarse para diversos actos sociales y culturales, además de como lugares de culto. Los visitantes son bienvenidos en la mayoría de las mezquitas de Marruecos, aunque es importante vestir con modestia y descalzarse antes de entrar.